Aquí reside la clave del éxito
Seamos serios. No hay una estrategia en particular que nos garantice llegar a la Final en nuestra Liga. ¿Por qué? Porque todo depende de cómo se vaya desarrollando nuestro Draft.
Cada cabeza es un mundo y cada pick va cambiando absolutamente todo nuestro panorama. Sin embargo, aquí les dejaremos algunos consejos generales para armar un buen equipo.
Rondas 1-3
El inicio es la parte más sencilla, relativamente. Aquí están disponibles todos los playmakers, por lo que es difícil equivocarse. El enfoque es claro: corredores y receptores.
Incluso el primer pick debería ser un corredor. Podemos decir que hay un Top 10 en esta posición, y los primeros 5 son la élite. Seleccionar a uno de élite sería fantástico, pero en caso de tener una selección tardía, hay que tomar un corredor top del Top 10 sí o sí.
Estos tipos desaparecerán muy rápido y no querrás que algún rival se quede a dos o tres de esta lista.
De acuerdo a lo que haya disponible, en la segunda ronda habría que ir por un receptor de calidad. Si para la tercera, no queda ningún corredor sólido, lo mejor sería agarrar a otro receptor.
Hay que evitar a toda costa tomar a jugadores de medio pelo con estos picks altos. Debemos ser pacientes. Si todos los corredores top vuelan en las dos primeras rondas, hay que buscar receptores; y viceversa.
Rondas 4-8
Aquí es donde empieza lo bueno porque empieza a escasear el talento. Hay que poner atención en los WR2; es decir, receptores que juegan un papel secundario en sus equipos, pero que de igual manera son sólidos contribuyentes en cuanto a yardas y anotaciones.
Asimismo, corredores que puedan aportar un extra. Aquí es cuando podemos voltear a ver a los halfbacks cuyos equipos tengan al ‘comité’ como filosofía terrestre. En otras palabras, aquellos que reparten acarreos entre dos o incluso tres elementos.
De igual forma lo ideal es buscar un ala cerrada (TE) top a estas alturas, aunque hay quienes optan por buscarla antes. Si vemos que estos jugadores empiezan a irse temprano, sería indispensable llenar ese hueco desde la tercera ronda. Si no, podemos esperar a la cuarta ronda, exagerado la quinta.
En caso de que para la 5ta ronda no hayamos drafteado TE y no quede algún top disponible, lo mejor sería esperar un poco (Ronda 8-10) y agarrar al que podamos considerar un ‘sleeper’, esos que generan pocas expectativas, pero que pueden ser una revelación.
En estas rondas es importante elegir a nuestro quarterback titular. Ver a Brady, Rodgers, Mahomes, Brees, etc. disponibles desde un inicio puede ser una gran tentación; no obstante, lo mejor es esperar hasta la 5ta-6ta ronda para atender esta posición, porque los corredores y receptores de calidad vuelan. Y nos guste o no, hay suficientes quarterbacks para todos.
Rondas 9-12
Aquí nos podemos dar el lujo de arriesgar y tomar a jugadores de poco cartel a los que tengamos bien rankeados. Puede ser un novato de escasos reflectores al que le veamos chance de tener un buen año o quizá un veterano que por x o z razón esté siendo ignorado por la mayoría.
Por lo regular éste es el momento preciso para elegir pateador y defensa, porque a menos de que la defensiva de los Ravens edición 2000 esté disponible, no tiene caso voltear a ver estas posiciones antes.
Lo más recomendable es armar una lista de cada posición: élite, titulares y posibles sorpresas. Ese ranking te será de gran ayuda para que no te agarren las prisas y tengas que decidir intempestivamente en pleno draft.
Sé paciente y deja que el Draft se desarrolle solo. No busques a algún jugador temprano solo porque juegue en tu equipo favorito o porque sea tu ídolo. Sé objetivo y decide con la cabeza fría.
Y, por supuesto, lo ideal es conectarse y hacer el Draft uno mismo. El sistema lo puede hacer por ti, y por lo regular arma equipos decentes; pero no hay nada como serle fiel a tu filosofía y hacer el equipo 100% a tu gusto.